Barcelona bajo las bombas fascistas: El terror llegó desde el cielo (Segunda Parte)

PRIMER BOMABARDEO AÉREO SOBRE LA CIUDAD DE BARCELONA
16 DE MARZO DE 1937

SEGUNDA PARTE

LA AGRESIÓN A PUEBLO SECO

METRALLA FASCISTA SOBRE PUEBLO SECO –BARCELONA-
FOTOGRAFÍA: LA VANGUARDIA, MIÉRCOLES 17 DE MARZO DE 1937, PÁGINA 4.

Los piratas del aire, en un raid sobre Barcelona, causaron ayer nuevas víctimas inocentes de sus criminales instintos.

Como ya comenté en la primera parte, el ataque principal se produjo en la barriada de Pueblo Seco, tal y como podemos observar en la fotografía que encabeza este artículo, la agresión fue letal para los ciudadanos de la zona donde ocurrió el bombardeo masivo. Sin embargo, ésta barriada popular era y es el icono de la “Batalla de Montjuïc”, celebrada el 26 de enero de 1641, donde las tropas catalanas vencieron a las castellanas, y esto parece ser, que motivó a Francisco Franco, a retrasar la entrada en Barcelona, esperando al 26 de enero de 1939, con el fin de que la derrota quedara borrada de la memoria histórica con su entrada triunfal en la ciudad. No obstante, las calles de Pueblo Seco recuerdan la importancia de dicha batalla, que en muchos aspectos es de mayor identidad que la del 11 de septiembre de 1714. Alguna de sus calles están dedicadas, como es el caso de: Radas, que comandaba los cañones; Tapioles, soldado que gritó: ¡los castellanos se retiran! Tamarit, que estuvo en la defensa del Castillo de Montjuïc; Margarit, embajador de Cataluña en París y Cabanyes, jefe de los micalets.⁽¹⁾

Por otro lado, Pueblo Seco, durante la Guerra Civil, también tenía una calle y una plaza dedicada a la Campaña de Cataluña en la Guerra de Sucesión Española, años 1713 – 1714, las cuales,  recuerdan la derrota sufrida en la defensa de Barcelona el 11 de septiembre de 1714 ante las tropas del rey Felipe V, de la dinastía de Borbón, y que es recordada a través de la Diada Nacional de Cataluña, y cuyo significado podría recordar la dolorosa perdida  de las libertades. No obstante, ustedes pueden pensar en la relación  que pudiera existir entre  la calle y la plaza llamadas el “Sitio de 1714”, con el bombardeo a Pueblo Seco; pues bien, la hay, porqué la calle y la plaza fueron objetivos de las bombas fascistas. ¿Era una advertencia de lo que sucedería a partir de ese momento?

El miércoles 17 de marzo de 1937, “La Vanguardia”, abre la edición con la noticia del ataque fascista diciendo que:

“Por segunda vez el cielo de Barcelona se vio ayer ensombrecido por la mancha negra de los aviones facciosos que, atravesando el mar, venían a sembrar el dolor y la muerte en tranquilas barriadas obreras cuando apenas había empezado la jornada de trabajo. A las siete menos diez minutos de la mañana tres aviones aparecieron a gran altura y volando, posiblemente, con el motor parado para evitar que desde los observatorios de la Consejería de Defensa fuera advertido ruido ninguno, poco más tarde lanzaban sobre unos puntos determinados de la ciudad unas bombas pesadas que no perseguían objetivo concreto– y si lo perseguían desde luego lo erraron– que el de ametrallar casas de humilde apariencia, que eran hogar de familias que a estas horas han visto destruidas sus viviendas, los que ya no han pagado con sus vidas la sanguinaria contribución del fascismo.

Los servicios de incendios y de Orden Público funcionaron rápidamente y cuando las sirenas dieron la señal de alarma se cumplieron exactamente las prescripciones ordenadas por las autoridades comprobándose el perfecto funcionamiento de los restantes servicios previstos para aquellos casos.

La alarma duró escasamente un cuarto de hora, pero cuando el peligro hubo pasado quedaban sobre el suelo de Barcelona las ruinas de unas casas y los cadáveres de seres inocentes como testimonio irrecusable del paso de la aviación fascista.”

Este primer bombardeo aéreo sobre la ciudad, abrió el debate sobre si fue un ataque directo a la población civil o por el contrario buscaba un objetivo militar. La prensa así lo interpretó, sucediendo  lo mismo que el primer ataque naval, aunque éste sí quedó demostrado porque el objetivo fue alcanzado, no de pleno, pero sí parcialmente. Por esta razón, me dirigí al Arxiu Municipal Administratiu. Depòsit de Prearxivatge, con el fin de consultar el plano de Martorell año 1927 de la barriada de Pueblo Seco,  con la idea clara de ver si en la zona donde cayeron las bombas, existía alguna fábrica importante que pudiera ofrecerme alguna pista sobre el motivo del ataque.

Gráfico Nº2 del primer bombardeo aéreo a Barcelona, 16 de Marzo de 1936.

A través de Ramón Anglés, un buen amigo mío, historiador y cronista de la Marina de Port, que por cierto, había vivido la guerra civil, me confesó que el primer ataque aéreo sobre la ciudad, buscaba una fábrica de envases metálicos situada en la parte alta de Pueblo Seco que se llamaba “Can Vilella”. Con estos datos en mi poder, visité el Arxiu Municipal Administratiu, y en el plano de Martorell, pude localizar una empresa que se llamaba “Vilella”, por lo cual, Ramón Anglés tenía razón. Tomé nota del lugar exacto y lo comparé con el gráfico nº 2 que había conseguido en Roma en el “Archivio-Ufficio Storico-Aeronautica Militare-Fondo O.M.S.”, dándome cuenta que el lugar coincidía donde  las bombas explosionaron, por  lo qué, se trataba a continuación de identificar su verdadera situación en el plano adjunto.

Cuadrante de la barriada de Pueblo Seco. Plano Barcelona 1714/1940, 10 Plànols Històrics.

Una vez identificadas las dos empresas que formaban parte de aquellos locales industriales, he tratado de visualizarlos marcando con color rojo a “Can Vilella”, y de color verde a “Hereus de Anglada”.

Solamente quedaba averiguar a qué actividad industrial se dedicaba. Inicié una búsqueda en internet donde encontré la web: “Las Botellas Viudas Vilella-La historia antigua del sifón y los demás…”, llevándome una grata impresión con la información que ofrecía, la cual me dio una visión bastante clara del por qué  se realizó en aquella zona de Pueblo Seco el ataque primario. Veamos a continuación parte de la historia de Viudas Vilella y Compañía.

Su fundador, Ramón Vilella, estaba establecido ya en 1865. A Ramón Vilella se le unieron sus hijos, Adolfo y Ramón, y a la muerte prematura de estos, fueron sus viudas y después sus hijos, los que se hicieron cargo del negocio, de ahí el nombre comercial.

Casa Viudas Vilella fue una industria muy reconocida mundialmente Clic para tuitear

La casa Viudas Vilella, fue una industria reconocida mundialmente, no era una vidriería, sino una fundición que poco a poco fue derivando hacía la especialización en el mundo de las bebidas carbónicas, llegando a construir máquinas para la elaboración de bebidas carbónicas. Además, fabricó aparatos para el embotellamiento y expedición de botellas, tapones mecánicos, sifones y todo lo que hacía referencia a este ramo. Así mismo, construyó aparatos propios para bares, quioscos y cafés.

En este anuncio de La Vanguardia, de 27 de abril de 1919, podemos observar que, Viudas Vilella y Compañía, también construía fundidores de metales e instaladores de aparatos para luz y agua. Por otro lado, sus talleres estaban ubicados en la calle Radas, 92, muy cerca de donde explosionaron dos de las cinco bombas arrojadas.

Viudas Vilella y Compañía, recibió la MEDALLA DE ORO, en la Exposición Universal de Barcelona en 1929, por su espléndida presentación, ya que lo expuesto en ella, fue de su propia construcción, como son las máquinas para la elaboración de Aguas Carbónicas (primera casa en España que las construyó), embotelladores de todos sistemas, aparatos para despacho de refrescos espumosos y otros diversos artículos de su fundición de metales.

Revista La Ilustración Ibero-Americana 1930. Web: La historia antigua del sifón y los demás refrescos.
Stand de la Casa Viudas Vilella y Compañía, Exposición Universal de Barcelona, año 1929.

Viudas Vilella y Compañía, fue una fundición de metales bien considerada y reconocida, una empresa capaz de producir material de guerra, aunque no pueda demostrarlo, así como si fue alcanzada por las bombas fascistas. No obstante, y eso lo dejo a la opinión de los lectores, pudo ser el primer objetivo militar que la aviación italiana buscaba alcanzar en Barcelona.  Las explosiones de las bombas indican claramente la zona  a batir, y dentro de ella se encontraba tal y como ha quedado demostrado, una empresa modelo en su sector y reconocida internacionalmente, por lo que si hubiera sido alcanzada, la repercusión hubiera conllevado a un efecto demoledor dentro de la ciudadanía barcelonesa, y hubiera representado para la Aviación Legionaria uno de sus primeros logros que, sin embargo, ya causaron el terror y los primeros desgarros sobre los habitantes de una  barriada obrera enclavada entre la montaña de Montjuïc, el Puerto de Barcelona y al lado mismo del núcleo más antiguo y céntrico de la ciudad.

 En la actualidad, podemos apreciar el edificio construido en 1906, en la calle Paseo de la Exposición 95-97, donde el cual se ha reconvertido en un espacio de arte llamado: “La Vilella teatre”, dirigido por la compañía teatral “Sargantana”.

EL ATAQUE:

En menos de quince minutos los dos aviones fascistas acabaron su misión, y cuando el peligro hubo pasado quedaban sobre el suelo de Barcelona las ruinas producidas por la brutal onda expansiva que produjeron las bombas al estallar, arrasando todo lo que encontraron en su deflagración.

Los aviones fascistas tan solo necesitaron 15 minutos para acabar la misión de bombardear Pueblo Seco Clic para tuitear

Los servicios de salvamento, acudieron  inmediatamente al lugar de las explosiones, acudiendo los bomberos de la Exposición y del Parque Central. Comenzaron los servicios de desescombro y salvamento de los vecinos que posiblemente hubieran podido quedar atrapados entre los escombros de las casas afectadas.

Dice La Vanguardia:

“De entre los escombros de las casas derruidas han sido sacados varios cuerpos inanimados de vecinos que se hallaban en el interior de las mismas. Los bomberos han recogido en un capazo, que ha sido trasladado al depósito judicial, varios restos humanos de cuerpos que, al parecer, habían quedado completamente descuartizados por las potentes bombas que arrojaban los aviones fascistas”. ⁽²⁾

Veamos a continuación en el plano adjunto, la zona afectada por el bombardeo.

Las fuerzas de seguridad y otros agentes de la autoridad acudieron en auxilio de las víctimas, poniendo orden entre la multitud del gentío, que una vez pasado el peligro se congrego en las calles afectadas, de Aníbal, Cruz de los Canteros y Radas, las cuales podemos identificarlas en color rojo.

Dice Joan Villarroya i Font:

“El segundo bombardeo de la ciudad fue el día 16 de marzo, y era la primera vez que las calles de Barcelona se veían golpeadas por las bombas lanzadas desde los aviones. De nuevo las páginas de los diarios se llenaban de noticias sobre el reciente bombardeo, con testimonio gráfico para dejar, de cara a la opinión pública, evidentes pruebas de los efectos de las bombas. Los edificios y calles afectadas fueron las casas núm. 70,72 y74 de la calle Cruz de los Canteros, y el 17 de la calle Aníbal. Estas casas fueron tiradas a tierra parcialmente y de dentro del interior los bomberos sacaron seis heridos y dos muertos”. ⁽³⁾

Hasta el día 17 de marzo se contabilizaron tres muertos en Pueblo Seco; dos llamados: Joaquina Rivero Arellano; Enrique Pascual y una mujer que no pudo ser identificada. En la barriada de la Barceloneta se contabilizó un edificio bastante afectado en la calle de la Mediterránia número 18. Además, falleció Antonio Pablo Escrich, empleado de la limpieza pública, por presentar heridas gravísimas en ambas piernas. El infortunado basurero falleció a poco de ingresar en el Hospital General. Numerosos heridos  graves y leves que fueron atendidos en la Casa de Socorro de la calle Rosal y hospitalizados en el Hospital General. ⁽⁴⁾ Por otro lado, la información global sobre el ataque, nos ofrece un total de ocho muertos, un edificio totalmente destruido, cinco parcialmente, 13 afectados, y  en el apartado de número de bombas que explotaron, indica la cantidad de nueve. ⁽⁵⁾

La segunda fase del bombardeo, ocasionó la explosión de dos bombas muy separadas la una de la otra. Las explosiones según parece, no llamaron la atención de los Servicios de Incendios y Orden Público, quizás, debido a que no hubo víctimas ni derrumbes de los edificios cercanos. Por otro lado, la prensa tampoco se percató de ello, e incluso el historiador Joan Villarroya i Font, lo pasó por alto en el “Plano de Barcelona con los lugares afectados por los bombardeos, navales y aéreos, durante la Guerra Civil. ⁽⁶⁾

La segunda fase del bombardeo no llamó la atención de los Servicios de Incendios y Orden Público. Clic para tuitear

En el sector del plano que nos ofrece Joan Villarroya,  podemos apreciar marcadas con la letra “C” las explosiones de dos bombas, las cuales junto con las cinco explosionadas hacen un total de siete, más las dos de la Barceloneta sumarian las nueve bombas que ofrece la Junta Local de Defensa Passiva. “Alarmas, víctimas y edificios”. Sin embargo, las dos bombas marcadas por Joan Villarroya, se encuentran entre el Paseo de la Exposición y el Pasaje de Serrahima, o sea, al lado contrario de donde lo indica el gráfico fascista, marcadas con la letra “B”. ¿Se trataba entonces de otro bombardeo?

Plano de Barcelona de los lugares afectados por los bombardeos, durante la Guerra Civil española 1936-1939

A: Lugares aproximados de donde explosionaron las cinco bombas.
B: Lugares aproximados de donde explosionaron las dos bombas.

A continuación veremos el sector agredido en el plano de Barcelona de 1714-1940.

Una de las bombas explotó en la esquina de la calle La Fransa con la calle Sitio de 1714 que, en la actualidad es la calle de la Concordia. La segunda, lo hizo en la Plaza del Sitio de 1714, donde se juntan las actuales calles de la Concordia y Radas, desembocando en Marqués del Duero que, en la actualidad es la Avenida Paralelo.

La coincidencia del ataque a la calle y la plaza “Sitio de 1714”, no significa que pudiera haber sido un ataque planeado y dirigido para herir las libertades y sentimientos de los barceloneses, posiblemente fuera un ataque secundario, pero el hecho de que la prensa no informara de la agresión, provoca una cierta desconfianza, debido a que los informadores fascistas anotasen en el gráfico los impactos de las dos bombas, por lo que se podría interpretar como una forma de desviar la atención por parte de unos y otros para no dejar huellas y con ello borrar de la memoria histórica, un hecho que produjo  una situación de pánico a la población civil, la cual ya empezó a sufrir el terrible bombardeo que violaba el derecho de gentes. No obstante, los catalanes celebraron la Diada del 11 de septiembre de 1936 con un significado antifascista, e incluso en la Diada de 1937, participó el sindicato anarquista de la CNT,⁽⁷⁾ lo que daría de pensar al eje fascista de que sus propósitos no serían jamás bien recibidos, aunque Barcelona fuera de nuevo bombardeada, como así lo expreso la famosa frase de Espartero en 1842 “A Barcelona hay que bombardearla al menos una vez cada 50 años”.⁽⁸⁾ La ciudad ya no sería jamás bombardeada desde el castillo de Montjuïc, porque el asedio y el terror llegó por el cielo, siendo Barcelona la ciudad más bombardeada de Europa.

Notas