Barcelona bombardeada desde el mar
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PRIMEROS BOMBARDEOS NAVALES
Para conmemorar los 75 años del «supuesto» primer bombardeo naval sobre Barcelona producido el 13 de febrero de 1937 por el crucero italiano «Eugenio de Savoia«, la Hemeroteca de la Vanguardia, publicó el 13 de febrero de 2012 un artículo titulado «Barcelona bombardeada» donde en el cual se recordaba la trascendencia del evento. Sin embargo, no hay que olvidar que anteriormente a ésta fecha fatídica se contabilizaron varios ataques navales que, aunque no se realizaron sobre el corazón de la ciudad, si tuvieron la suficiente importancia ya que fueron realizados con la intención de alcanzar objetivos militares y el Puerto de Barcelona.
Veamos un párrafo de la noticia:
«La mayoría de los proyectiles cayeron en la Dreta del l´Eixample. Aunque se sospechó que el ataque iba dirigido contra la fábrica Elizalde no se puede descartar que el objetivo del bombardeo fuera simplemente amedrantar a la población civil».
Pensar que el ataque del «Eugenio de Savoia» fue como plantea la Hemeroteca, con la intención de amedrantar y desmoralizar a la población civil, no tiene sentido alguno en la actualidad, debido principalmente a la información existente que demuestra que el ataque fue planeado para alcanzar la fábrica de material aeronáutico Elizalde. No obstante, y sin ánimo de dar a entender que el bombardeo no fue indiscriminado, sería una falacia ya que todo ataque realizado sobre una ciudad ocasiona daños irreparables a la población civil, llamados «daños colaterales», no ofreciendo escusa alguna, por lo que, si los fascistas hubieran pretendido atacar directamente a la población civil lo hubieran hecho sin buscar un objetivo concreto como lo hicieron después. Pero la cuestión en sí, no es para saber si el ataque fue con el fin de alcanzar la Elizalde o para desmoralizar a la población civil, ya que una cosa acompaña a la otra, si no que fue el hecho de que a partir de ese ataque los ciudadanos barceloneses empezaron a conocer el horror de la guerra en sus propias carnes, disparándose todas las alarmas porque el peligro empezó a llegar por el mar, aunque lo peor llegaría desde el cielo.
Por lo tanto, sobre los bombardeos navales a Barcelona hay mucho que contar y esclarecer, y eso es lo que pretendo hacer con este trabajo, elaborando con la documentación encontrada el argumento sólido para enriquecer la memoria histórica de las primeras agresiones realizadas por los barcos de guerra del bloque fascista, con el fin de aclarar algunas informaciones que depende como se expresan confunden lo que en realidad sucedió, ya que después de 75 años de finalizada la Guerra Civil, las cosas no se llaman por su nombre, ¿fueron ataques a objetivos militares o a la población civil?, esa es la cuestión.
Los bombardeos de Barcelona, ¿fueron ataques a objetivos militares o civiles? Clic para tuitear
Cuando se crea la Junta Local de Defensa Pasiva de Barcelona el 9 de junio de 1937,(1) nace un documento donde en el cual se empiezan a registrar por orden de fechas los bombardeos a Barcelona, desde el 26 de diciembre de 1936 al 25 de enero de 1939, así como sus consecuencias tales como: alarmas, víctimas, edificios destruidos total o parcialmente, número de bombas explosionadas y las observaciones donde se especifica entre otras cosas si el ataque es por mar o por aire, así como las zonas o barriadas de Barcelona y los objetivos militares bombardeados. Como podemos observar en la relación de alarmas y víctimas adjunta,(2) vemos que el primer bombardeo naval registrado se realizó el 26 de diciembre de 1936, donde un submarino torpedeó en dirección al Faro del Llobregat. Sin embargo, este ataque no está del todo confirmado ya que la prensa barcelonesa en especial la «Vanguardia» del 27 de diciembre de 1936, página 3, no lo recoge como tal, haciendo tan sólo mención a un ataque producido por un submarino al vapor «Magallanes» en el puerto de Tarragona, donde dispara dos torpedos que no alcanzan al objetivo y van a parar a la playa. No obstante, cabe la posibilidad que el submarino navegara en aguas de la costa barcelonesa en dirección a Tarragona y efectuara algún disparo.
Por otro lado, debo decir, que este ataque naval no fue el primero, porque mientras llevaba a cabo una investigación sobre el crucero nacional «Canarias«, recibí a través del Museo Naval y del Instituto de Historia y Cultura Naval-Cuartel General de la Armada en Madrid, el Catálogo Guía de éste donde pude encontrar una amplia y diversa información sobre las incursiones realizadas durante la Guerra Civil.
La información que ofrezco a continuación, es la culminación de varios meses de investigaciones, donde pretendo acreditar que no fueron los barcos italianos los primeros en bombardear la costa barcelonesa, sino que fue el crucero nacional «Canarias» como veremos en la siguiente exposición, realizada con los argumentos encontrados sobre informaciones ofrecidas por diferentes historiadores.
El historiador Manuel Benavides se hace eco de una serie de ataques a las costas catalanas durante los meses de octubre y noviembre de 1936. No obstante, el artículo publicado en la revista Historia y Vida, titulado «El hundimiento del crucero Miguel de Cervantes«, ofrece una extensa información sobre el origen y los fundamentos que llevaron a culminar los primeros ataques a las costas catalanas:
«Las noticias de que los republicanos estaban recibiendo gran cantidad de material de guerra desde la Unión Soviética, junto con la entrada en fuego de las Brigadas Internacionales, los informes sobre la lentitud de la movilización en la zona nacional y el aparente fracaso de la conquista de Madrid, llevaron al ánimo de Mussolini e Hitler el convencimiento de que debían incrementar su ayuda al alzamiento español, no solamente mediante el envío de más armamento y contingentes humanos, sino procurando interrumpir el tráfico marítimo republicano en el Mediterráneo.
Para coordinar esta intervención naval, tuvieron lugar diferentes reuniones entre los altos jefes de las marinas italiana y alemana y, en la celebrada el 17 de noviembre de 1936 en Roma, se llegó a un compromiso sobre cómo serían empleados los submarinos. Tomaron parte en ella los almirantes italianos Vladimiro Pini y Oscar Giamberardino -el primero de ellos subjefe del Estado Mayor de la Marina italiana- y los capitanes de fragata alemanes Langey y Haye, estableciéndose un acuerdo cuyo texto se encuentra en el Archivo Nacional de Washington -que ha sido publicado por varios autores- y cuyos puntos principales, en resumen, eran los siguientes:
1º. Los submarinos italianos operarían inmediatamente, hasta el 29 de aquel mes de noviembre, siendo relevados por los alemanes al día siguiente.
2º. Los ataques debían realizarse únicamente contra barcos republicanos y soviéticos, si entraban en aguas jurisdiccionales españolas.
3º. No se facilitaría información alguna a los «blancos» (nacionales) españoles.
4º. Habría intercambio de informaciones entre las marinas italiana y alemana.
5º. Se notificaría la acción de los submarinos a los barcos de superficie de ambas marinas.
6º. utilización de los puertos italianos por los submarinos alemanes.
7º. Negociación sistemática de cualquier participación en el caso de producirse alguna reclamación internacional.»(3)
Por otro lado, el historiador Jesús Larrazábal, en su obra «La guerra de España sobre el aire«, dice:
«Este día 18 de (noviembre), Italia y Alemania reconocen al general Franco sin la condición anterior de que ocupase la capital. Por la noche los cruceros Canarias y Almirante Cervera inauguran el recién establecido bloqueo del puerto de Barcelona con el cañoneo de su puerto».
Por lo tanto, con estos planteamientos ofrecidos por los diferentes historiadores quedan acreditadas las incursiones a las costas catalanas, ¿pero se llegaron a ejecutar? El historiador Joan Villarroya i Font, dice:
«Hasta el día de hoy no existe documentación oficial que confirme estos bombardeos».(4)
Por lo cual, como documento oficial, consultaremos el Catálogo Guía del crucero «Canarias«, para conocer lo que dice sobre éstas incursiones:
«Posteriormente realizó tres incursiones consecutivas en el Mediterráneo, desde el 27 de octubre al 17 de noviembre. En la primera hundió el guardapescas «Marinero Cante» en la Bahía de Rosas (30 de octubre), mientras que durante la tercera bombardeó los depósitos de petróleo de la CAMPSA en Almería (8 de noviembre), hundió al vapor «Manuel», apresó el vapor correo «Ciudadela», ambos en las proximidades de Rosas (días 11 y 12) y el 17 incendió al vapor «SAC» en Palamós. En Cádiz montó dos cañones de 120 mm (días 20 al 22). Junto con el «Cervera» tomó parte en una nueva incursión en el Mediterráneo del 25 de noviembre al 4 de diciembre, y después escoltó convoyes de tropas hasta el 6 que entró en Cádiz».(5)
Sin embargo, el parte de campaña número 9 del crucero «Canarias«, dice lo siguiente:
«A bordo Cádiz a 20 de noviembre de 1936. Incursión a las costas catalanas.
1º.- Cumpliendo órdenes verbales de V.E. a las 0 horas del día 16 de noviembre de 1936, salí a la mar a régimen de 25-5 nudos en demanda del Estrecho de Gibraltar que pasamos a las 4 horas de la madrugada del mismo día, continuando rumbo Levante para pasar por Cabo Tres Forcas a las 8 horas y 30 minutos y arrumbar allí a pasar por el frente de Mallorca aumentando la velocidad a 28 nudos para recalar en tierras de Cabo Creus antes del amanecer del día 17.
2º.- Durante aquella mañana se cruzó por dichas aguas reconociendo vapores, habiéndose visto un avión contra el que se abrió fuego, suspendiéndose seguidamente por haber dado señales de reconocimiento de ser de la escuadrilla de Palma y otros aviones enemigos a partir de las 10 horas 20 minutos que se rechazaron fácilmente con la artillería de 12 c/m. siendo estos últimos hidroplanos Savoias, con la bandera tricolor y parches rojos en el fuselaje, habiéndose identificado entre ellos el S-38.
3º.- A las 11 horas y 10 minutos reconocimos al vapor «SAC 4» fondeado en Palamós el que trató de entrar en puerto por lo que ordené abrir fuego contra él, cuando ya había entrado, hasta conseguir incendiarlo.
4º.- Durante la tarde de dicho día continuamos cruzando por aquellas aguas reconociendo vapores hasta las 22 horas que me ordenó V.E. regresar a la base haciéndolo a régimen de 21 nudos, pasando por el frente de Mallorca en la madrugada del día 18, por Cabo Tres Forcas a las 23 horas, y a las 5 horas del día 19 por el Estrecho de Gibraltar y entrando en Cádiz a las 10 horas 30 minutos del mismo día.
5º.- Durante el crucero se navegó a regímenes altos de velocidad y en servicio de vigilancia, habiéndose tocado muchas veces zafarrancho de combate por la presencia de buques y aviones sospechosos. El comportamiento del personal y material fue excelente. El Capitán de Navío Comandante: Francisco Bastarreche».
Por lo cual, el crucero «Canarias» no efectuó disparos contra el puerto de Barcelona la noche del 18 de noviembre de 1936. No obstante, no he consultado el Catálogo Guía ni los partes de campaña del crucero «Almirante Cervera«, por si éste pudo haber bombardeado, pero la prensa barcelonesa consultada, no ofrece ninguna clase de información sobre ataques durante ese día.
Cuando solicité los partes de campañas del «Canarias«, sobre las incursiones a las costas catalanas, también recibí el número 8 de 15 de noviembre de 1936, donde iba incluido el Cuaderno de Bitácora número 1 que amplía con más detalles el ataque realizado a las costas de Barcelona el 10 de noviembre de 1936. Veamos lo que dice el parte de campaña número 8:
«A bordo Cádiz a 15 de noviembre de 1936. Incursión a las costas catalanas.
1º.- Cumpliendo órdenes de V.E. a las 23 horas del día 6 de noviembre de 1936 salí de Cádiz a régimen de 15 nudos en demanda del Estrecho de Gibraltar que pasamos en la madrugada del 7 viéndose al crucero «Almirante Cervera» a las 6 horas y 30 minutos continuando nosotros navegando al E. hasta las 18 horas en que rebasadas las tierras de Cabo Gata se cruzó por aquellas aguas hasta la mañana del 8 que nos dirigimos a Almería para destruir la planta petrolífera de aquel puerto.
2º.- A las 9 horas y 30 minutos de dicho día, paramos por fuera del puerto, en cuya rada se encontraba fondeado un destructor alemán y a las 9 horas y 52 minutos, abrimos fuego con la batería de 120 m/m de Er. contra los depósitos de instalaciones de petróleo consiguiéndose impactos el primer disparo, por lo que a las 9 horas y 54 minutos ya ardían dos depósitos y a las 9 horas 58 minutos todos ellos así como la casa de bombas y demás dependencias. A las 10 horas nos retiramos con el objetivo perfectamente alcanzado, dirigiéndonos al W. barajando la costa a pequeña distancia para reconocer Motril a las 14 horas donde no se encontró ningún buque.
3º.- Continuando rumbo W. a las 14 horas y 25 minutos se vio un submarino a 13.500 metros gobernándose hacía él y disparándole a 11.000 metros dos salvas con la artillería de 203 m/m de proa, por lo que aquel se sumergió rápidamente, continuando nosotros al W. en demanda del puerto de Málaga para reconocerlo a las 16 horas 40 minutos habiéndose observado un submarino fuera del puerto y un destructor inglés.
4º.- Ordenado por su V.E. no se bombardea Málaga, continuamos al W. cruzando la noche del 8 al 9 por la boca oriental del Estrecho de Gibraltar y dirigiéndonos por la mañana al Levante por la costa de África recalando en la bahía de Alhucemas que recorrimos a las 14 horas y dirigiéndonos de allí a las costas de España, recalando en Cabo Gata a las 22 horas y continuando navegando al 54º para pasar por el frente de Mallorca en demanda de las costas catalanas para recalar en Barcelona.
5º.- En la noche del 10 de noviembre nos dirigimos a Barcelona para bombardear sus instalaciones de pétroleo, abriendo fuego a las 22 horas y 5 minutos con la artillería de 203 m/m apuntándose a los terrenos comprendidos entre las farolas Llobregat y Montjuich, ordenando alto el fuego a las 22 horas y 12 minutos después de haber efectuado 21 disparos con granada de alto explosivo.
6º.- Retirados de Barcelona, continuamos cruzando por aquellas aguas durante toda la noche y día siguiente para reconocer vapores de la derrota Marsella Barcelona, uno de los cuales, navegando muy pegado a tierra, fue visto a las 21 horas frente a la farola de Cabo Creus por lo que me dirigí hacia él, que reconocido a las 10 horas y 15 minutos con el proyector resultó ser el «Manuel» de la matricula de Valencia, por lo que pasé a la voz ordenándole que parase máquinas y abandonasen el buque dándole el plazo de 10 minutos para efectuarlo. Transcurrido el plazo se encendió el proyector observándose que se dirigía a tierra a toda velocidad por lo que abrí fuego contra él con la artillería de 120 m/m y ametralladoras de 40 m/m, hundiéndole a las 22 horas y 40 minutos y habiendo observado que se dirigía a tierra un bote ignoro si con o toda o parte de la dotación.
7º.- Desde el Cabo Creus nos dirigimos al S. en demanda de la Isla de Mallorca habiendo, entre otros buques, reconocido a uno de las 4 horas del día 12 que resultó ser el «Ciudadela» correo entre Mahón y Barcelona, por lo que se le ordenó a la voz que entrase en Soller, lo que efectuó a las 15 horas.
8º.- Debo significar a V.E. que a pesar de haberlo intentado por varios procedimientos, me fue imposible comunicar con Soller, para manifestarle la entrega del «Ciudadela», por lo que tuve que limitarme a comunicárselo a la Autoridad de Marina de Palma.
9º.- Desde Soller nos dirigimos a Palma, en donde entramos a las 16 horas manteniéndonos parados delante del puerto, donde estaban fondeados tres destructores italianos y un crucero inglés, para recibir a las autoridades que vinieron a visitar a V.E.
A las 17 horas salimos del puerto en demanda de las costas de Argelia y de ellas al Estrecho de Gibraltar que pasamos en la madrugada del 14 dirigiéndonos a Cádiz donde entramos a las 9 horas y 30 minutos amarrando al muelle.
10º.- Durante el crucero se reconocieron muchos barcos de distintas banderas, y se hicieron varios zafarranchos de combate y navegando constantemente en servicio de vigilancia, notándose algunos defectos en la artillería de 120 m/m que procuraré remediar en puerto. El comportamiento del personal fue excelente. El Capitán de Navío Comandante: Francisco Bastarreche».(6)
A continuación veamos lo que dice el Cuaderno de Bitácora número 1, del 10 de noviembre de 1936, (7) sobre el ataque a la costa barcelonesa:
«Se continuó navegando al 150y=150v y a régimen de 147 r.p.m. hasta las 16 horas 45 minutos en que puso al 220y=220v. A 17 horas 30 minutos al 330y=330v y a régimen de 164 r.p.m. A 18 horas se empezó a ver resplandores de la ciudad de Barcelona. Se vieron barcos de diferentes vueltas y un acorazado francés.
Situación a 20 horas: IN=40º 54’6 (latitud); LE= 2º 32’4 (longitud).
De 20 horas a 21 horas 38 minutos: Empezó navegando al 343 y a régimen de 123 r.p.m. A 20 horas 20 minutos se avistó la farola de Montjuich y a 21 horas 22 minutos se avistó la de Llobregat y a 21 horas 38 minutos se tocó zafarrancho de combate. Situación a 21 horas 38 minutos: IN= 41º 20’8 (latitud); LE= 2º 28’1 (longitud)
De 21 horas 40 minutos a 22 horas 22 minutos. A 21 horas 40 minutos zafarrancho de combate a 22 horas 2 minutos al 33y=33v y a régimen de 172 r.p.m., con objeto de bombardear al aeródromo del Prat de Llobregat, rompiéndose el fuego a 22 horas 5 minutos con las cuatro torres, haciéndose 21 disparos. A 22 horas 12 minutos «alto el fuego». A 22 horas 12 minutos se pasó a régimen de 206 r.p.m. metiéndose caña a Er. (Estribor). A 22 horas 22 minutos retirada de zafarrancho de combate y servicio de vigilancia poniéndose a régimen de 123 r.p.m. y arrumbándose al 195v. A 22 horas 26 minutos se pasó al 90v, aumentándose la velocidad progresivamente. Situación a 22 horas 20 minutos: IN= 41º 17′ (Latitud); LE= 2º 15’5 (Longitud), C=295′.
De 22 horas 20 minutos a 24 horas: A 22 horas 20 minutos se tocó servicio de vigilancia y se pasó al 90v y a régimen de 215 r.p.m. que se tuvieron que ir aumentando progresivamente para evitar que salieran chispas por la chimenea sin conseguirlo por lo que a 23 horas 5 minutos se puso régimen de 181 r.p.m.
A 22 horas 40 minutos al parecer se encendieron las luces del aeródromo del Prat por lo que se mandaron abrir 2 antiaéreos y dos ametralladoras: A 23 horas se perdieron de vista las farolas de Montjuich y Llobregat y a 23 horas 45 minutos se vieron pantallas de muchos proyectores de luz en Barcelona.Situación a 24 horas. IN= 41º 17′ (Latitud): LE= 2º 57’7 (Longitud).
Firma los partes de campaña, el Capitán de Navío: Francisco Bastarreche.»
A pesar de que la información ofrecida referente al Catálogo Guía y Cuaderno de Bitácora es muy extensa, no he querido suprimir ningún párrafo porque considero que son dos documentos únicos y muy importantes, que se merecen una mención completa ya que los dos van enlazados entre si, comunicando detalles y matices esenciales para la investigación. Respecto a la información ofrecida por la prensa al día siguiente del bombardeo, pasó prácticamente desapercibida como veremos a continuación:
«Anoche a las diez y cuarto, el eco de unos cañonazos lejanos llegó a esta capital. El hecho despertó alguna curiosidad entre las masas ciudadanas, sin que causase alarma alguna, pues la gente ha depositado toda su confianza en las medidas de defensa adoptadas por las autoridades. De las averiguaciones que hemos llevado a cabo, parece deducirse que un guardacostas leal conminó a un buque sospechoso que navegaba con las luces apagadas, y como por éste no fuera atendido el requerimiento, le hizo once disparos. En este momento se ignora si hizo blanco alguno de los cañonazos».(8)
Con la exposición de los hechos, queda claro que el primer bombardeo a objetivos militares fue contra la CAMPSA en la barriada de Casa Antúnez y el Aeródromo del Prat, el 10 de noviembre de 1936. No obstante, no fueron alcanzados, aunque sin embargo, podemos interpretar la información que ofrece la prensa, como que fue un guardacostas leal el que descubrió a un buque sospechoso que navegaba con luces apagadas y le hizo once disparos, mientras los ciudadanos barceloneses descansaban durante la noche sin temor a una futura agresión, como la que ya se había producido en la bahía de Rosas, donde el día 30 de octubre el «Canarias» hundió al guardapescas Marinero Cante. Por lo tanto, no deja de ser chocante, que las informaciones de las autoridades confirmaran que los disparos habían sido a un buque sospechoso, por lo que este hecho, dejó en evidencia a las autoridades competentes y a los vigilantes aéreos y navales, sin embargo, los facciosos pudieron darse cuenta de la escasa vigilancia y la capacidad de la defensa costera, la cual aprovecharon como podemos observar en la Relación de la Junta Local de Defensa Pasiva para realizar cuatro ataques más, por lo tanto, los próximos bombardeos que estudiaremos serán los realizados en el mes de febrero de 1937, dejando para el final el producido el 18 de enero del mismo año.
BOMBARDEOS NAVALES DE FEBRERO DE 1937
Los siguientes ataques navales se produjeron los días 9, 10 y 13 de febrero de 1937, y fueron considerados por los historiadores como los primeros que se producían contra la ciudad de Barcelona. Los dos primeros los efectuó el submarino italiano «Torricelli» y el tercero por el crucero italiano «Eugenio de Savoia«. Sin embargo, el bombardeo del «Eugenio de Savoia» ha estado normalmente considerado el primero que sufrió la ciudad de Barcelona. Veamos a continuación como describe los hechos el historiador J.L. Infiesta Pérez, que escribía con el seudónimo de Alcofar Nassaes, según confirma el historiador Joan Villarroya i Font, el cual se argumenta de la fuente de éste.(9)
En 1937 se produjeron 3 ataques más sobre la ciudad de Barcelona Clic para tuitear
La Marina italiana fue la primera en asumir las negociaciones celebradas el 17 de noviembre de 1936 en Roma, donde se llegó al compromiso sobre cómo serían empleados los submarinos. Al día siguiente del compromiso, el alto mando de la Regia Marina Italiana envió inmediatamente instrucciones a unos cinco submarinos para que se encaminasen a las costas españolas e iniciasen las operaciones. Entre ellos se encontraba el «Torricelli«, un submarino oceánico de 985 toneladas de desplazamiento en superficie, que estaba al mando del capitán de corbeta Giuseppe Zarpellon con el teniente de navío Andrea Brancatelli como segundo comandante.(10) El 20 de abril de 1937, el «Torricelli» es entregado a la Marina nacional, pasándose a llamar «General Sanjurjo«.(11)
Alcofar Nassaes describió el bombardeo del día 9 de febrero con las siguientes palabras:
«Realizó un segundo crucero con el «Torricelli» (Zarpellon), en el curso del cual realizó bombardeos del puerto de Barcelona, los primeros sufridos por la ciudad (los días 9 y 10 de febrero de 1937). El submarino navegando en superficie, efectuó 12 disparos con su pieza de 100 mm a las 4.40 de la madrugada del día 9, intentando alcanzar a los petroleros «Campeador» y » Zorroza», surtos en el muelle del contradique. La noche siguiente repitió el bombardeo también sin éxito, contra los depósitos de CAMPSA, al pie de Montjuich». (12)
«La Vanguardia» del día 10 publicaba una extensa nota dando la versión oficial del hecho:
«Sobre las cuatro cuarenta de esta madrugada han sonado unos disparos, diez o doce cañonazos que procedían del mar. Según declaraciones de la tripulación del guardacostas «Manuel Hita», que se encontraba en aquellos momentos fuera del puerto, la dirección de los proyectiles era de 45º Sudoeste, sin poderse divisar el barco que los disparaba.
«Más tarde el personal de la Comisaría del Puerto, hechas las averiguaciones pertinentes, manifestó que, según parecía, los proyectiles iban en dirección al muelle del contradique, contra un barco petrolero anclado en el puerto llamado «Campeador», cargado de gasolina, y seguramente también contra otro barco cargado de aceites pesados, llamado «Zorroza».
«Dos de dichos proyectiles cayeron al mar, levantando una gran tromba de agua que llegó hasta las cubiertas de los citados barcos. Los disparos no hicieron el blanco que, al parecer, perseguía el barco agresor.
«A las siete de la mañana se continuó de nuevo la información, teniendo que esperar a dicha hora por la oscuridad que reinaba en el muelle durante toda la noche, y se pudo comprobar que otro de los disparos había dado en la defensa del muelle de Poniente, situada entre los dos barcos petroleros».(13)
Por otro lado, T.Caballé Clos, también ofrece las siguientes notas:
«9 de febrero: a las cinco menos cuarto de la madrugada oyóse el estampido de 10 ó 12 cañonazos procedentes de alta mar, al parecer dirigidos contra los buques petroleros llamados «Campeador» y «Zárraga», anclados en el muelle del contradique. Los proyectiles no hicieron blanco. Se dio la alarma pero sin llegarse al apagado de las luces eléctricas.
«10 de febrero: a la una y cinco minutos de la madrugada, apareció un submarino frente a nuestras costas, haciendo diversos disparos que fueron contestados por las baterías de Barcelona. Terminó el cañoneo a la una y media, sin consecuencias. Diose oportunamente la señal de alarma del vecindario».(14)
Como podemos apreciar, existe un error en el nombre del barco de aceites pesados, mientras «La Vanguardia» dice que fue el «Zorroza«, T. Caballé Clos lo denomina como el «Zárraga«.
De nuevo el puerto de Barcelona recibió dos importantes ataques navales, dejando claro que el peligro era evidente, y así quedó demostrado porque tres días después y como veremos a continuación, se produjo el primer bombardeo naval serio e indiscriminado sobre el corazón de la ciudad, que llevaba como objetivo militar la fábrica Elizalde, como confirma la Relación de la Junta Local de Defensa Pasiva que dice: «Cañoneo marítimo-Vease gráfico- Elizalde y Alrededores». No obstante, todo induce a pensar si la vigilancia aérea y naval era la suficiente para prevenir y alertar a la población civil, aunque por otro lado, los submarinos italianos operaban individualmente dependiendo directamente del Comando General de Sumergibles de Roma. Sus misiones eran difíciles, por las fuertes limitaciones que les eran impuestas al objeto de no desencadenar tensiones internacionales. Teniendo inicialmente únicamente autorización para atacar a los barcos republicanos después de haber reconocido su bandera. Sin embargo, gozaban de la indudable ventaja del factor sorpresa ya que los nacionales no disponían de barcos de este tipo por lo que los republicanos no habían tomado ninguna precaución anti submarina, por lo que se puede entender y deducir que en estos primeros ataques fueron sorprendidos inevitablemente.(15)
BARCELONA BOMBARDEADA POR EL CRUCERO «EUGENIO DE SAVOIA»
El 13 de febrero de 1937, el crucero de la Marina Italiana «Eugenio de Savoia«, protagonizó el primer bombardeo naval sobre el corazón de la ciudad condal. Veamos a continuación como se llevó a cabo y a que objetivos militares pretendió alcanzar, según lo comentado por el historiador Joan Villarroya i Font:
«En efecto, a las 10 de la noche del día 13 defebrero de 1937, la población barcelonesa sufrió un violento estruendo, cuando una serie de explosiones conmovió a la ciudad. Los obuses procedían del crucero italiano «Eugenio de Savoia», que salió de Cerdeña a primera hora del 13 de febrero y a las 22.50 se encontraba frente al puerto de Barcelona. A las 23, inició el fuego desde una distancia de 9.000 metros del fanal del dique Este, y en pocos más de cuatro minutos disparó nueve salvas. Los daños que éstas produjeron fueron cuantiosos, pues se registraron tres impactos en una fábrica de material de guerra que quedó destruida, y un proyectil alcanzó un cuartel y causó bajas entre la tropa. A las 16.30 del 14 de febrero regresó a su punto de partida».
(16) Sobre esta información debo decir, que el bombardeo no empezó a las diez de la noche sino a las 11 horas. La prensa barcelonesa recogió este ataque con la siguiente información:
«El fuego se concentró contra la parte alta de la población, sufriendo desperfectos algunas casas de las calles de Gracia, Paseo de García Hernández, Peligro, el Colegio de Abogados; en la calle Mallorca, Córcega, Aragón, Avenida del XIV de Abril, Nápoles, Pasaje de Loyola, Consejo de Ciento, Torrijos, Rosellón, Torrente de la Olla y Avenida de la C.N.T.
En la calle del Peligro quedaron destruidos tres pisos, en la Avenida de Sabino Arana, dos pisos destruidos; en la calle de Torrijos, quedó destruida una huevería; en la Plaza de la Virreina, un inmueble resulta con desperfectos en la fachada de una casa, como consecuencia de haber sido alcanzadas por cinco granadas; en la Avenida del XIV de Abril cayó una granada en la calzada, destrozándole las piernas a una mujer, y en la calle Roger de Flor, quedaron destruidos 2 pisos.
El Cónsul de la U.R.S.S., visitó al presidente Companys, para expresarle su protesta por el acto de piratería de los facciosos, «al bombardear una ciudad abierta, con evidente transgresión del derecho de gentes y asesinando a la población civil».(17)
Continua narrando Joan Villarroya i Font:
«Los bomberos comenzaron las salidas por causa de las bombasa las diez en punto de la noche, y entre los edificios afectados que constan en los comunicados está la fábrica «Elizalde», con pequeños desperfectos, y la casa número 452 de la calle Consejo de Ciento, donde había una fábrica de material de guerra. El Colegio de Abogados, situado en la calle de Mallorca número 253, también resulta afectado por los obuses de los barcos italianos. Diversas notas oficiales aparecieron al día siguiente en la prensa denunciando la procedencia italiana de los proyectiles lanzados, los cuales por su calibre, no podían ser de ningún barco nacional.»
Sobre esta información, solo puedo decir que los bomberos no pudieron salir a socorrer a la población civil a las diez de la noche, porque el bombardeo fue a partir de las 11 horas, por lo que se puede considerar un error involuntario producido por la información anterior.
Otros autores han atribuido estos bombardeos al crucero nacional «Canarias«,(19) así como también afirman que éstos fueron los primeros que sufrió la ciudad de Barcelona, dice Joan Villarroya i Font sobre este tema:
«Igualmente, hasta que no se pueda ver la documentación oficial, no conoceremos las intenciones y los objetivos que llevaba el bombardeo del día 13 de febrero: si realmente buscaba la fábrica de material de guerra «Elizalde» o bien pretendían lanzar algunos obuses sobre la ciudad para aterrorizar a la población civil. El hecho, fue que desde aquel momento, tanto las autoridades republicanas como la población civil comenzaron a conocer los efectos del dominio del mar y del aire que tenían los nacionales».(20)
Las palabras de Joan Villarroya, me hicieron pensar en todo este proceso de incursiones y ataques navales, si fueron o no con un objetivo concreto o simplemente para aterrorizar a la población civil. Como he comentado al principio de este trabajo, un ataque producido en el centro de la ciudad ocasiona «daños colaterales«, por lo que, una cosa acompaña lamentablemente a la otra. Sin embargo, me planteé buscar el origen de la información, o sea, confirmar a través de documentación oficial de la Marina Italiana, las intenciones y los objetivos que llevaron este bombardeo del día 13 de febrero de 1937. Por lo tanto, decidí consultar a la Embajada de Italia en Madrid, ya que después de interpretar que, en la relación de la Junta Local de Defensa Pasiva, constaba un cañoneo marítimo contra el puerto de Barcelona el 18 de enero de 1937. Además, cuando Alcofar Nassaes describe los bombardeos llevados a cabo por el Capitán Zarpellon, comandante del submarino «Torricelli«, indica que:
«Realizó un segundo crucero con el «Torricelli» (Zarpellon), en el curso del cual realizó bombardeos del puerto de Barcelona, los primeros sufridos por la ciudad (los días 9 y 10 de febrero de 1937)».
Por lo cual, pensé que el ataque del día 18 de enero también lo pudo haber realizado el Capitán Zarpellon en su primer crucero, siendo éstos los argumentos de mi consulta al contralmirante Ernesto Pullano agregado naval de la Embajada de Italia en Madrid. No tardé mucho tiempo en recibir contestación del Statu Maggiore Della Marina. Ufficio Affari Generali e Relazioni, el cual me remitió un documento oficial donde se me daba contestación a mi consulta, veamos el resultado:
«Por lo que se refiere al bombardeo del mar de Barcelona, es obra del crucero «Eugenio de Savoia», este mismo dejó la Isla de la Magdalena a la hora 0.43 del 13 de febrero de 1937, con dirección al puerto español.
Llego al puerto de Barcelona a una distancia de 9.000 metros a las 22.50 horas del día 13 de febrero.
Después de 10 minutos aproximadamente, el tiempo necesario para reconocer los objetivos para bombardear, abrió fuego con toda la torre de 152 mm.
El bombardeo de Barcelona duró 4 minutos y 45 segundos y se dispararon 9 salvas de 7-8 golpes cada una.
Los proyectiles disparados por el «Eugenio de Savoia» llegaron en gran parte a la ciudad, causando daños muy graves en las habitaciones en la zona residencial de la calle Córcega, pués el objetivo principal estaba centrado en la fábrica de material aeronáutico Elizalde.
Los muertos causados por el bombardeo fueron 16 entre militares y civiles.
Después de la novena salva el «Eugenio de Savoia» cambió de ruta hacia la Magdalena y llegó a primera hora del 15 de febrero.
Fuentes españolas atribuyeron el bombardeo al crucero italiano «Armando Díaz» o al crucero nacional «Canarias».
Los oficiales del acorazado inglés Royal Oak Ramilles y el cazatorpedero francés Guepard, allí fondeados delante de la bahía de Valencia la noche del 14 de febrero llegaron en breve tiempo al conocimiento de que el tiroteo contra la ciudad había sido obra de un crucero italiano o sea el «Eugenio de Savoia»
Pues bien, a quedado claro que el bombardeo se produjo con la intención de alcanzar la fábrica «Elizalde«, pero me quedaba una tarea importante de búsqueda en el Archivo Municipal Administrativo de Barcelona, donde tenía que consultar los Registros anuales de los bomberos con el fin de localizar la intervención de éstos en la «Elizalde«. Fue entonces cuando localicé un parte de bomberos que resumo de la siguiente forma:
«El Cuerpo de bomberos efectuó aquella noche varias salidas de urgencia, pero entre ellas recibieron una llamada telefónica de la batería de costa Álvarez de Castro y la Maricel, en la montaña de Montjuïc, (21)a las 22.35 horas, indicando que se había producido un incendio en el bosque. El parte de los bomberos justificó que la causa fue la quema de unas maderas que estaban almacenadas en el lugar del incendio, ignorando las causas probables del siniestro o accidente».(22)
La coincidencia del incendio antes del bombardeo naval sobre la ciudad, me abrió la imaginación de lo que pudo haber sucedido aquella noche, y aunque es una hipótesis, lo cierto es que los datos indican que pudo ser un sabotaje con la idea de producir una señal indicando un punto de referencia desde lo alto de la montaña de Montjuïc al crucero italiano.
Si observamos el plano de operaciones que he confeccionado, podremos apreciar la situación escogida por el comandante del «Eugenio de Savoia«, fue estratégicamente perfecta para efectuar el ataque, ya que a 9.000 metros no sería alcanzado por las baterías de costa del Astillero ubicada en las proximidades del barrio de la Barceloneta, y la Álvarez de Castro en Montjuïc, además, contaba con el factor sorpresa y una visión sin obstáculos para localizar el resplandor del incendio en lo alto de la montaña, resultando ser el punto de referencia para dirigir sus obuses al corazón de la ciudad. El crucero italiano, llegó al puerto de Barcelona a una distancia de 9.000 metros mar adentro a las 22.50 horas del fanal del dique del Este, mientras tanto los bomberos habían salido un minuto después de haber sido avisados, o sea, a las 22.36 horas de la caserna o Delegación de la Exposición en dirección al lugar afectado, lo que indica que mientras llegaron a su destino en la zona más frondosa y alta del bosque y apagaron el fuego, se produjo un espacio de tiempo suficiente que con la oscuridad de la noche y el resplandor que se produjo en el cielo, el «Eugenio de Savoia» que esperaba sigiloso y con las luces apagadas para no ser descubierto, vio perfectamente la señal y después de 10 minutos, el tiempo necesario para reconocer los objetivos para bombardear abrió fuego con la torre de 152 mm a las 23 horas.
La «Elizalde» fue alcanzada y afectada con pequeños desperfectos, aunque Alcofar Nassaes cuenta refiriéndose al bombardeo del 13 de febrero: «Los daños que éstas produjeron fueron cuantiosos , pues se registraron tres impactos en una fábrica de material de guerra que quedó destruida, y un proyectil alcanzó un cuartel y causó bajas entre la tropa».(23) Los siguiente partes de bomberos consultados dicen lo siguiente:
«Número 72 de Registro anual de salidas.- calle Consejo de Ciento 452. Desperfectos en planta baja, fábrica de material eléctrico, por explosión de un obús. Número 75 de Registro anual de salidas.- calles Rosellón y Bailen. Desperfectos en cuadras planta baja, material de guerra, causado por un obús lanzado desde un barco de guerra».(24)
Por lo que se refiere a la calle Consejo de Ciento número 452, observo que no se trataba de una fábrica de material de guerra, sino de una fábrica de material eléctrico, no obstante, esto no quiere decir que no fabricara material de guerra, y por otro lado, según el parte de bomberos expuesto, no quedó destruida del todo y no fueron tres obuses los que explosionaron sino uno. Sobre las calles Rosellón y Bailen, era el lugar donde estaba ubicada la fábrica «Elizalde», la cual fue alcanzada por un obús tal y como recoge el parte de incidencias número 75 de los bomberos que dice: «Fue el sanitario con tal de recoger heridos producidos por la explosión de un obús, que lanzó un barco de guerra, y dichos heridos abran sido llevados al dispensario con otras ambulancias». Por lo tanto, ha quedado claro que la «Elizalde«(25) fue alcanzada y heridos algunos de sus trabajadores.
Por último, reseñar que el único cuartel que existía en el área donde cayeron la mayoría de las bombas, era el Cuartel de Gerona,(26) situado entre las calles de Cerdeña, Travesera de Gracia, Taxdir y Lepanto. Por otro lado, el Statu Maggiore Delle Marina Italiana, también confirma la muerte de 16 personas entre militares y civiles lo que acredita la información expuesta por los historiadores.
18 DE ENERO DE 1937, PRIMER BOMBARDEO NAVAL SOBRE EL PUERTO DE BARCELONA
A pesar de que este bombardeo naval constara en la Relación de la Junta Local Pasiva de Barcelona, pasó desapercibido a los historiadores Alcofar Nassaes y Joan Villarroya i Font, aunque debo decir que encontré datos en una página web la cual no ofrece una información real de lo que sucedió, pero si da a conocer la fecha del bombardeo, como observaremos a continuación:
«18 de enero, a las 2.30 horas de la mañana Barcelona es atacada desde el mar. Se reciben disparos de cañón disparados desde una distancia de unos 8 kilómetros (lo que podría apuntar hacia la presencia de un crucero). Dos barcos republicanos replican al fuego durante un cuarto de hora. Caen algunas granadas en el Puerto Franco y a el Prat sin causar daños ni víctimas».(26)
Veamos a continuación la información que ofrece el Statu Maggiori Delle Marina Italiana, para contrastar las informaciones de unos y otros:
«Se confirma que el submarino «Torricelli», que operaba delante de Barcelona la noche del -18 de enero de 1937- disparó 43 granadas con el cañón de 100/43 mm contra las naves que estaban atracadas en el muelle, y a los depósitos de combustible de CAMPSA, por la tarde del día siguiente bombardeo un piróscafo con tres misiles que no llegaron a su destino.
Se trataba probablemente del transatlántico español Magallanes, del cual se dice haber sido atacado el día 19 por un submarino a lo largo de Tarragona».
El Noticiario Universal, titulaba esta primera agresión diciendo que:
«Poco después de la una y media de esta madrugada, se han oído algunos disparos de cañón en el mar a la altura del Prat de Llobregat, disparados al parecer por un buque faccioso que seguía avanzando sobre Barcelona. Los disparos se oían con más intensidad en cuanto el barco se acercaba a nuestro puerto.
Inmediatamente fueron tomadas por nuestras autoridades las disposiciones pertinentes y se dio la señal de alarma, con el consiguiente apagón de luces en la ciudad. La señal originó la ya prevista movilización de los ciudadanos que acudieron a los refugios correspondientes atendiendo a lo dispuesto respecto al particular. Funcionaron las sirenas, y los vigilantes y serenos de las calles hicieron sonar sus pitos de alarma y los reflectores instalados en los puntos estratégicos de la población dirigían sus rayos luminosos hacia los lugares donde se suponía que podría ser descubierto el enemigo.
También automóviles de la Comisaría General de Orden Público, haciendo sonar sus sirenas internacionales recorrían la población mientras las patrullas de control se cercioraban en los diferentes distritos de que los vecinos cumplieran exactamente las disposiciones dictadas.
A las dos y cuarto de la madrugada, la población quedó completamente a oscuras, funcionando inicialmente los reflectores que hacían converger sus potentes rayos luminosos hacia el mar.
Puede decirse que a partir de aquel momento no se oyó ya cañoneo en el mar. No obstante, seguían las precauciones adoptadas muy prudentemente en previsión de que aquel se repitiese.
Cerca de las tres y media, desaparecido el peligro, se dio la señal correspondiente, iluminándose a continuación las calles de la ciudad, y acto seguido se dio fluido a las viviendas.
Las baterías de Montjuich repelieron con gran prontitud la agresión callando el fuego enemigo. Poco después desaparecido el peligro renacía la normalidad en la población.
Las emisoras de radio de la Generalitat, al tiempo que se daba la señal de haber desaparecido el peligro, recomendaban al vecindario que se reintegrara a sus hogares, y que cumplieran estrictamente las disposiciones de las autoridades de Cataluña.
Este mismo día el delegado marítimo, Antonio Torres, ha recibido a los periodistas, a quienes a dado cuenta de la bárbara agresión que se proponían llevar a efecto anoche los facciosos. Ha dicho que los disparos del enemigo se hicieron a unas seis u ocho millas de distancia. Después ha repetido los detalles que hemos consignado más arriba, confirmando que el herido a consecuencia de los disparos continua mejorando.
También ha dicho que las baterías que repelieron la agresión fueron las de Montjuich y que tan pronto como se dejó de oír el estampido de nuestros cañones, el buque faccioso se alejó y no disparó más.
Durante todo el día numeroso público ha acudido a los muelles de nuestro puerto con objeto de darse cuenta de los efectos del bombardeo, el cual, como hemos dicho, no ha dejado rastros visibles».(27)
Como veremos a continuación, la información que ofrece «La Noche«, desvela el nombre del que fuera el primer herido producido por los bombardeos navales, por lo menos que exista constancia de ello. El titular del periódico decía en su portada:
«Los cañonazos, las sirenas y el apagón de anoche. Un buque pirata bombardeó el puerto de Barcelona. Las baterías costeras pusieron en fuga al barco agresor».
Continua el artículo diciendo que:
«Esta madrugada, unos disparos hechos desde el mar, al parecer por un buque faccioso, hizo que rápidamente se movilizara todo el servicio de alarma para que la población civil pasara a ocupar los respectivos refugios. La ciudad quedó a oscuras a las dos y cuarto y solamente circularon por las calles, aquellos que tenían una misión a cumplir y las patrullas móviles de socorro, habiendo cumplido el vecindario con magnífico orden, las disposiciones dictadas para estos casos.
A eso de la una y media de la madrugada el personal de vigilancia en el puerto y del castillo de Montjuich, oyeron unas fuertes detonaciones producidas por unos disparos de cañón que hacía un barco de guerra que se encontraba a alta mar y a considerable distancia de Barcelona.
El personal de la Delegación Marítima que presta servicio de guardia permanente, adoptó con toda urgencia aquellas medidas de defensa y prevención que las circunstancias aconsejaban.
Según información que hemos recogido en el puerto, el cañoneo se inició frente al Prat de Llobregat, continuando disparando el buque a medida que iba avanzando en dirección Norte.
Se ha podido comprobar que los disparos fueron hechos con granadas rompedoras, y, según referencias de unos, los cañonazos fueron de 25 a 30, mientras otros aseguran que pasaron de cuarenta.
En el puerto, fueron a caer algunas granadas, estallando una de ellas en la dársena de San Beltrán, entre los buques «Betis» y «Campilo».
Un cascote alcanzó al segundo maquinista del buque-tanque «Campilo» llamado Miguel Leal Reigalar, recibiendo una herida en el bajo vientre. Recogido por unos compañeros fue trasladado inmediatamente al Hospital Clínico, donde se le practicó una intervención quirúrgica, siendo su estado bastante satisfactorio.
La mayoría de las granadas fueron a caer en el mar, y en el puerto no causaron daños materiales de ninguna clase.
Las agresión del barco pirata fue repelida por nuestras baterías, obligándole a ponerse en fuga.
A primeras horas de la mañana se elevaron varios hidros, efectuando un vuelo de reconocimiento y exploración sobre nuestras costas».(28)
Por otro lado, comentar que al día siguiente, o sea el 19 de enero, la prensa se hace eco de un acontecimiento ocurrido en aguas jurisdiccionales a una barca de pesca de la matrícula de Cambrils que dice así:
«Esta mañana, mientras se encontraba pescando en nuestras aguas jurisdiccionales, una barca de pesca de la matrícula de Cambrils, se vio arrastrada con gran velocidad por la proa.
Los pescadores, de momento, no supieron a qué atribuir aquel arrastre, que no dejaba avanzar a la embarcación, a pesar de los esfuerzos del motor. Ante la persistencia de la fuerza, decidieron cortar la red, que arrastraba a la barca, dirigiéndose ésta, acto seguido al puerto.
Los tripulantes se presentaron a las autoridades, a las cuales expresaron lo ocurrido. El delegado marítimo, compañero Pérez Ripoll, dispuso que salieran dos barcas grandes de gran potencia, a fin de que efectuaran un reconocimiento y recogieran la red, si era posible, pues en el primer momento se supuso que se trataba de un submarino enemigo que se había enredado a la misma. Efectivamente, así era, pues sobre las doce de este medio día, al entrar en nuestro puerto el vapor español «J.J. Síster», de la Transmediterránea, y cuando éste había salvado ya la punta del Faro, se oyeron dos detonaciones a la altura del mismo, yendo los proyectiles a chocar contra la escollera, levantando grandes montañas de agua».(29)
Por el informe del Statu Maggiore Delle Marine Italiana, sabemos que el bombardeo del 18 de enero lo realizó el submarino «Torricelli«. Durante la tarde del día siguiente bombardeó un piróscafo, que según dicho informe podría tratarse del transatlántico «Magallanes» con tres misiles a lo largo de Tarragona. Sin embargo, la información del «Noticiero Universal» confirma que el transatlántico era el vapor español «J.J. Sister» de la Transmediterránea. No obstante, este bombardeo ha sido hasta ahora el gran desconocido para los historiadores, que se han volcado más con los de los días 9, 10 y 13 de febrero de 1937.
Sin duda, la importancia de este bombardeo es primordial para tenerlo en cuenta, ya que después de haber realizado una investigación profunda sobre el ataque de éste, puedo confirmar que existen matices y revelaciones que lo catalogan como el primer bombardeo sobre Barcelona. Las granadas rompedoras lanzadas desde el «Torricelli«, alcanzaron el puerto, y una de ellas explosionó en la dársena de San Beltrán entre los buques «Betis» y «Campilo«, produciéndose un herido grave al cual se le puede considerar como el primer herido de la ciudad en un bombardeo naval.
Para terminar, una vez expuestos los hechos documentados sobre los primeros bombardeos a Barcelona, quedan relacionados del siguiente orden:
- 10 de noviembre de 1936. Crucero «Canarias». PRIMER BOMBARDEO NAVAL SOBRE LAS COSTAS BARCELONESAS
- 26 de diciembre de 1936. Sin documentación que pueda confirmarlo.
- 18 de enero de 1937. Submarino «Torricelli». PRIMER BOMBARDEO NAVAL SOBRE LA CIUDAD DE BARCELONA -PUERTO- PRIMER HERIDO.
- 9 de febrero de 1937. Submarino «Torricelli». SEGUNDO BOMBARDEO NAVAL SOBRE LA CIUDAD DE BARCELONA -PUERTO-
- 10 de febrero de 1937. Submarino «Torricelli». TERCER BOMBARDEO NAVAL SOBRE LA CAMPSA.
- 13 de febrero de 1937. Crucero italiano «Eugenio de Savoia». CUARTO BOMBARDEO NAVAL SOBRE LA CIUDAD DE BARCELONA -ZONA ALTA DE LA CIUDAD, 16 VÍCTIMAS ENTRE MILITARES Y CIVILES.
Durante el año de 1937, se produjeron dos bombardeos más, el 22 de junio producido por el crucero nacional «Canarias» y el 3 de octubre que está pendiente de documentación. Por lo que, cuando obtenga la información completa de ambos, realizaré la segunda parte. Sin embargo, espero haber dejado una sólida base de información que ayude a esclarecer y fortalecer la memoria histórica sobre los bombardeos navales a Barcelona, durante la Guerra Civil.
Fotografías por orden de aparición
Portada: Web: El legendario crucero Canarias (-21)-tecnología marítima
- Web: El legendario crucero Canarias (-21)-tecnología marítima: LA FOTOGRAFÍA ES POSTERIOR A LOS AÑOS 1952-53, QUE FUE SOMETIDO A OBRAS DE REHABILITACIÓN DURANTE LAS QUE MONTÓ CUATRO CAÑONES DE 40 M/M, 70 CALIBRES Y LA CHIMENEA TRUNCADA QUEDÓ SUSTITUÍDA POR DOS INDEPENDIENTES. INFORMACIÓN: CATÁLOGO-GUÍA MUSEO NAVAL DE MADRID.
- LA BARCELONA D´ABANS, D´AVUI I DE SEMPRE… Web: mtvo-lasmentiras.blogspot.com/…/de-una-foto-antiguaestampados…
- SERIE GENERAL MOLA. Web: perso.wanadoo.es/pfcurto/serie_gm.html. El 20 de abril de 1937 siendo su comandante el Capitán de Corbeta Albino Baretto es transferido definitivamente a la marina Nacional.
- CRUCERO LIGERO ITALIANO CLASE DUQUE d´AOSTA Web: perfiles. elgrancapitan.org >Medios Navales>WWII>Cruceros Ligeros
- Y las bombas continuaron cayendo sobre Barcelona.
Notas