Barcelona bajo las bombas fascistas: el terror llegó desde el cielo
Contenido
PRIMER BOMBARDEO AÉREO SOBRE LA CIUDAD DE BARCELONA, 16 DE MARZO DE 1937
PRIMERA PARTE
Ya no podrá negar nadie la ayuda directa que el fascismo italiano y alemán presta a los rebeldes de Franco. Las pruebas de este apoyo son decisivas. Fuerzas regulares extranjeras, cañones extranjeros, metralla extranjera… He aquí una bomba de doscientos cincuenta kilos fabricada en Alemania, y lanzada por la aviación facciosa en uno de los sectores del Centro.
El inicio de los bombardeos aéreos sobre la ciudad de Barcelona, creó a la población civil una inestabilidad tan violenta que segó de repente la vida cotidiana barcelonesa, que tuvo que aprender y adaptarse a una nueva forma de vida, donde las alarmas y los refugios, fueron los elementos principales para salvar el peligro que, de repente, llegaba desde el cielo. No obstante, días antes, Barcelona había sufrido las primeras víctimas mortales a consecuencia del primer bombardeo naval sobre el centro de la ciudad. Sin embargo, fue con el inicio de los bombardeos aéreos cuando los ciudadanos empezaron a darse cuenta de la carencia de la artillería y de la escasa y anticuada aviación, así como de las baterías de costa, quedando al amparo de unas defensas que en global se vieron impotentes para frenar la violencia que los aviones fascistas protagonizaban en cada uno de sus ataques, destruyendo sus hogares y recibiendo sin compasión el horror sobre sus propias carnes, rompiéndose desde ese primer momento la confianza y el triunfalismo que mantenía viva la ilusión de que jamás sería atacada Barcelona, siendo una ciudad de retaguardia y estando tan lejos del frente de Aragón. Sin embargo, estos ataques, no solo llevaban el mensaje de provocar un estado de desmoralización, que pronto empezaría a surgir efecto, cuando la amenaza fascista se iba haciendo cada vez más constante, empezando a ser insostenible con continuos ataques violentos e indiscriminados que hacían aflorar la cara oculta del terror.
La maquinación de estos primeros ataques, que según el enemigo, se habían proyectado con la idea de alcanzar los puertos, puentes, ferrocarriles y las industrias situadas en la costa mediterránea, originaron a la población civil una excesiva e inútil matanza que afectó desmesuradamente a la desesperación y a la impotencia desencadenada por las nuevas doctrinas de empleo y tácticas de bombardeo que los fascistas iban fraguando con ideas malévolas, entre ellas la de «saturación», que llevaba como fin provocar el desconcierto de los ciudadanos, que poca cosa podían hacer ante tal brutal agresión, sino era la de salir corriendo y buscar un refugio, las bocas de metro o encerrarse en sus casas, bien protegidos por colchones y en habitaciones sin ventanas.(1)
Los fascistas llamaron «de cadena» a una táctica que trataba de atacar en línea, uno detrás del otro, con el fin de proteger la retirada de cada uno hasta el último aparato que componía la formación. esta maniobra era peculiar del Grupo nacionalista 1-G-2 (2) Por otro lado, Mussolini, ordenó en marzo de 1938, atacar con un bombardeo llamado «alfombra», que consistía en martillear violentamente durante un espaciado tiempo para machacar lentamente una zona.(3)
A medida que fueron pasando los meses, los ataques tomaron un cariz psicológico que se tradujo en un sufrimiento insoportable de pánico y desmoralización para la población civil, que fue masacrada hasta la capitulación de Barcelona, convirtiéndose en un infierno donde los ejércitos fascistas que apoyaban a Franco, marcaron la diferencia con una tecnología y capacidad armamentística superior a la gubernamental que, aprovechándose de la guerra civil, realizaron los ensayos suficientes en un laboratorio excelente donde se preparó un conflicto que ya se intuía venir a toda prisa en Europa.
Cuando el 16 de marzo de 1937, se produce el primer bombardeo aéreo por la Aviación de las Baleares, desde las bases de Palma de Mallorca, los barceloneses empezaron a sufrir el peligro que llegada por el cielo, ya que el 13 de febrero de 1937, el crucero italiano «Eugenio de Savoia«, originó el primer bombardeo naval sobre la ciudad, aunque el submarino «Torricelli» ya había atacado la zona portuaria del Puerto de Barcelona el 18 de enero y el 9 y 10 de febrero de 1937.
No obstante, los ciudadanos sufrieron las consecuencias de los efectos crueles que originaron las primeras bombas fascistas de 250 kilogramos fabricadas en Alemania, que fueron lanzadas desde las espezoneras de alguno de los seis bombarderos pesados Savoia Marchetti S.81 que en aquellos primeros meses de 1937 constituían la 251ª Escuadrilla de las Baleares que, iniciaron de repente, los ataques contra las ciudades y objetivos de la costa republicana. Con estos medios, los italianos, alemanes y la Flota rebelde, descubrieron una vía de ataque bien controlada por mar y aire que prácticamente no ofrecía resistencia alguna y que permitía un flujo continuado de aparatos que atacaban sin reservas las costas y ciudades del Mediterráneo.
Pronto Mussolini se percató de esta ventaja y empezó a suministrar nuevas unidades, así como el bombardero veloz Savoia Marchetti S.79, aprovechando los recursos que la propia isla ofrecía, creando en ella bases aéreas y navales donde también los alemanes alojaron sus aparatos y la Flota Nacional con los cruceros Canarias y Baleares. Estos primeros ataques desde Mallorca, cogieron por sorpresa a los republicanos, revelando en octubre de 1936 la debilidad de las defensas antiaéreas y costeras de las localidades republicanas protegidas por antiguos cazas Nieuport Ni 52C.1 y en especial en Barcelona por las obsoletas baterías de costa, Buenavista, Álvarez de Castro y Astillero, dándose cuenta con estos primeros ataques que se debía apoyar con más capacidad e intensidad de fuego a las baterías antiaéreas «Bodford y Oerlikon» que estaban desde el principio de la guerra, siendo a partir de noviembre de 1937 cuando fueron reforzadas con cañones soviéticos del 76,2. Estas piezas estaban situadas en el Carmelo y en el Turó de la Rovira. También arriba en Montjuïc y en San Pedro Martir. Los comunicados de los bomberos hablan de algunas baterías distribuidas por la ciudad y normalmente en los alrededores del Puerto. (4)
En definitiva, los republicanos se vieron obligados a situar patrullas a lo largo de la costa y su primitivo equipo francés fue ulteriormente complementado por una Escuadrilla de I-16.(5) No obstante, hay que tener en cuenta, que la República intentó apoderarse de la isla en agosto de 1936, aunque no con la suficiente intensidad y elementos necesarios para lograr dicho objetivo, ya que la expedición catalana a las Baleares encomendada al teniente coronel de aviación Alberto Bayo, resultó en un principio muy favorable a los desembarcados, pero la situación cambió sin saber explotar la ventaja adquirida y en pocos días, Bayo y sus hombres empezaron a retroceder a partir del día 28, cuando los defensores de la isla cuentan con la participación de tres bombarderos S.81 y tres cazas CR-32 que desarticularon la cabeza de puente de los milicianos, sembrando el pánico y obligándoles a abandonar Mallorca, y también Ibiza, el 15 de septiembre. Dice Thomas:
«Los invasores estaban desmoralizados por la aviación, pero la decisión de retirar la cabeza de puente se tomó innecesariamente (…) Las playas quedaron sembradas de cadáveres, pero muchos milicianos consiguieron escapar, abandonando las armas».(6)
Las playas quedaron sembradas de cadáveres, pero muchos milicianos consiguieron escapar, abandonando las armas Clic para tuitear
En definitiva, las desavenencias políticas surgidas entre Madrid y Barcelona tras la llegada al poder de Largo Caballero e Indalecio Prieto en Madrid, el 4 de septiembre de 1936, dan alas al Presidente de la República Manuel Azaña, para calificar la aventura balear como «disparatada expedición, nacida de la tartarinesca vanidad, petulancia y desvariante ambición de algunos políticos barceloneses». Por Otro lado, Radio Barcelona desvariaba con la información que ofrecía:
«Las heroicas columnas catalanas han regresado de Mallorca tras una magnífica acción. Ni un solo hombre ha sufrido los efectos del embarque, ya que el capitán Bayo, con habilidad táctica sin igual. consiguió desarrollarlo con éxito, gracias a la moral y a la disciplina de nuestros invencibles milicianos». (7)
Fue a partir de entonces, cuando la Cataluña costera del Mediterráneo, empezó a conocer las consecuencias del abandonamiento de la toma de Mallorca. Mientras tanto, las fuerzas catalanas que fueron obligadas a abandonar la campaña iniciada en las islas, se desvanecieron en una transitoria inactividad a los frentes de Aragón.
Cuando los fascistas deciden atacar Barcelona la madrugada del 16 de marzo de 1937, se estaba celebrando uno de los acontecimientos más importantes que hasta el momento se habían producido a favor de la República. La humillante derrota que las Columnas de Ejército republicanas estaban proporcionando a los Cuerpos de Tropas Voluntarias (CTV) italianas en Guadalajara, lo que conduciría al Duce después de tragarse todas las criticas por la torpe y aparatosa retirada fomentada por el general Rossi, al mando de la primera división, a suministrar grandes cantidades de material bélico para la campaña antifascista.
En definitiva, la batalla de Guadalajara fue uno de los grandes mitos de la guerra, no tan solo por su importancia psicológica, política y propagandística, sino porque representó la primera derrota del fascismo, dejando en duda la capacidad de la participación italiana, entrando en una dinámica por parte del general Roatta, con Franco, de críticas de culpabilidad y responsabilidades entre ambos por la negación a la ayuda que con tanta insistencia le había reclamado el jefe del cuerpo expedicionario sobre la participación de las unidades nacionales, que desembocó en la decisión del Duce de sustituir al jefe del cuerpo expedicionario, Mario Roatta.
Por otro lado, Franco, que dependía de estos suministros, aceptó de mala gana la formación del CTV, que consideró factible después del ridículo ofrecido en Guadalajara, en una alternativa para realizar operaciones sobre el terreno más ambiciosas como por ejemplo, Alcañiz, donde al anochecer del 14 de marzo de 1938, las CTV entraron en la ciudad después de haber recibido ésta un fuerte e indiscriminado bombardeo aéreo por la Aviación Legionaria italiana el 3 de marzo de 1938, maquillando de esa forma parte de la imagen dañada de éstas en Guadalajara, aunque por otro lado, redujo considerablemente la autonomía del CTV, interviniendo a partir de entonces formando parte de las unidades superiores españolas y principalmente como tropas de apoyo.
La repercusión de ésta batalla llamada por algunos historiadores como «Brihuega«, fue reconocida internacionalmente como un varapalo y agónico desastre, que incluso llegó a decirse en uno y otro bando, sobre la presunta cobardía de los italianos, propagando el cuartel general franquista de que «los soldados españoles son los mejores del mundo, seguidos de los rojos». Al mismo tiempo, también se llegó a decir que las siglas CTV significaban «¿Cuándo te vas?»(8) La prensa europea se hizo eco muy rápidamente de lo acontecido en la batalla. Escribió el periódico parisino «Ce Soir» del 13 de marzo:
«El ataque fue rechazado (…) las divisiones italianas dejando varios cientos de muertos (Sic!). La infantería italiana (…) ya en plena ruta fue perseguida por los cazas republicanos (…)». El «Sunday Refree» escribió: «Pánico de los italianos. Terrible derrota de los italianos». «La Vanguardia del viernes 19 de marzo» escribió: Continúa la brillantísima actuación de nuestras tropas en el sector de Guadalajara. Han sido tomados a las tropas italianas seis cañones y sesenta camiones, y se les ha hecho más de un centenar de prisioneros.- El enemigo huye desordenadamente ante el brioso empuje de nuestros combatientes».(9)
El 19 de marzo de 1937, mejorando la condición meteorológica, un CR.32 legionario dando una perfecta cobertura aérea a la columna del C.T.V. en retirada de Guadalajara.
Un avión CR.32 legionario dió cobertura para la retirada en la batalla de Guadalajara Clic para tuitear
Una vez establecido el orden en Alcañiz, empezaron a entrar los primeros prisioneros republicanos que cayeron en la batalla del Alfambra en Teruel, entre ellos, mi padre, que nos contaba que los soldados italianos que permanecían allí, «se acercaban a ellos y les decían en plan chulesco, que habían venido a España para salvarla del comunismo». Mi padre siguió la conversación, cambiándole el semblante de la cara, una expresiva sonrisa apareció en su rostro como festejando un alarde de entusiasmo, cuando dijo: «Decían que venían a salvar España, y en Guadalajara salieron corriendo.»
La batalla de Guadalajara podría llenar muchas páginas de este artículo, pero en definitiva, no es el tema principal, aunque visto lo acontecido y basándome en las razones de ira que pudieron provocar al Duce, opino que, bajo mi punto de vista, la venganza es el argumento que inició la apertura de los bombardeos indiscriminados sobre la población civil con o sin objetivos militares. Una ocasión evidente de emplear los S.81 desde las bases de Mallorca, contra las ciudades del Mediterráneo, utilizando un sistema de uno o varios ataques secundarios a la vez y uno principal. Aunque por otro lado, hay que tener en cuenta, que con la creación por parte de la Generalitat de Cataluña de la Comisión de la Industria de Guerra, presidida por el consejero Josep Tarradellas por Decreto de 7 de agosto de 1936, Cataluña y en especial Barcelona, quedaron en el punto de mira del bando rebelde. Un estudio realizado por altos mandos del Ejército en 1917, demostró que un tercio de los establecimientos productivos del sector metal-mecánico estaban ubicados en Barcelona, debido al aumento de la demanda militar, estas industrias civiles bien preparadas auxiliaron a las militares, y al inicio de la Guerra Civil se reactivaron quedando clasificadas como objetivos militares, poniéndose al servicio de la República.
La argumentación expuesta sobre los acontecimientos que generaron la rápida y desmesurada intervención aérea desde las Baleares para realizar ataques sobre puertos, puentes, ferrocarriles y las industrias, me han planteado la oportunidad de realizar un minucioso trabajo sobre éste primer bombardeo a la ciudad de Barcelona, con el fin de averiguar si en realidad los propósitos planteados por los mandos fascistas, eran atacar los objetivos militares tal y como habían planeado o conjuntamente llevar a cabo desde le primer ataque un sistema de desestabilización que, aunque produjeran numerosos daños colaterales, mermara la moral de la población civil. Al final de la Guerra Civil, quedó demostrada la crueldad que depararon los intensos y trágicos bombardeos que sufrió la ciudad Condal, siendo recordada en la Segunda Guerra Mundial como la primera ciudad que fue bombardeada indiscriminadamente desde el cielo.
Rechazado el ataque a la isla de Mallorca que durante varios días protagonizaron las tropas republicanas al mando del capitán Alberto Bayo, las unidades de la aviación italiana llegadas recientemente a la isla, disolvieron rápidamente con sus incursiones al contingente miliciano que tuvo que abandonar a toda prisa la empresa de conquistar Mallorca. Mientras tanto, el gobierno de Madrid, se lamentaba por la derrota de la Columna de las Baleares que, en definitiva, había sido la esperanza republicana para poder paliar y neutralizar las continuas derrotas que los nacionalistas habían causado en Extremadura. Los agresores también fueron agredidos, porque la República fue consciente de que con la pérdida de las Baleares, se abría un nuevo y difícil frente de lucha «el frente mediterráneo».
En la tarde del 30 de agosto, tres bombarderos S.81 aterrizan sin insignia en el campo de Palma, donde se ubica inmediatamente la carga de combustible y bombas para realizar una acción contra las naves de la República ancladas en la costa de Porto Cristo. Por otro lado, a principios de septiembre de 1936 llegan al Puerto de Palma tres hidros de combate Macchi M.41, que junto con tres Fiat CR.32 y los tres S.81 llegados el 30 de agosto a dicho campo de Palma, contribuyen a la derrota de la «Columna de Baleares«.(10) Metidos ya en septiembre, los bombarderos dejaron el campo de batalla libre para que los tres Fiat CR.32, atacaran con sus ametralladoras a baja altitud para que a continuación entraran en combate las tropas nacionalistas que, llegaron al mar alrededor del medio día y sin apenas resistencia. Los aviones habían exterminado prácticamente las posiciones de retaguardia de los milicianos, y las últimas bombas lanzadas desde los S.81 sobre las zonas de embarque y en las grandes barcazas, obligaron a los milicianos a volver a embarcarse en medio de una complicada retirada donde las playas quedaron sembradas de cadáveres, armas, vehículos, material de todo tipo y los recursos de medios de embarque hundidos.(11)
La participación de estos primeros aviones, fue vital para que se les confiase la tarea de controlar y neutralizar la isla, una vez desestimada la ocupación de Menorca. La misión recayó sobre la base de la Fuerza Aérea Legionaria en Mallorca, que a su vez recibe la orden a partir de septiembre de 1936 de realizar el inicio de bombardeos en los puertos, puentes, ferrocarriles y fábricas situadas en la costa mediterránea de España, desde la parte oriental entre Port Bou, en la frontera con Francia y Almería en la costa de Andalucía. Mallorca, ubicó en su Puerto la base naval nacionalista, ya que al estar situada estratégicamente en el centro del Mediterráneo Oriental, ejercía por naturaleza con la obligación de asumir con mayor responsabilidad, la misión de detener los suministros que llegaban desde el Mar Negro hasta los puertos de la República a través del Bósforo y el Mediterráneo, así como atacar a los buques de guerra.(12)
A mediados de septiembre llegaron procedentes del aeropuerto de Lonate Pozzolo, otros tres bombarderos S.81, que se integraron a los tres que ya habían en Palma, constituyéndose de esa forma la 251ª Escuadrilla de Bombarderos Pesados.(13) A mediados de diciembre de 1936, el general Alfredo Kindelán Jefe de la Aviación nacionalista, viajó a Mallorca, donde se había puesto de acuerdo con el mayor Luigi Gallo Comandante de la Aviación de las Baleares, que expresó el deseo de ver potenciada la aviación de Mallorca, con 6 bombarderos S.81, 6 cazas Fiat CR.32, 3 hidros de combate Macchi M.41 y un hidroavión CANT Z-501, todos legionarios.(14) A principios de 1937 el mayor Gallo volvió a Italia dejando el mando al coronel Appignani, durante el mismo periodo de tiempo llegaron a las Baleares algunos nuevos bombarderos S.81 y cazas Fiat CR.32, con el objetivo de intensificar los ataques sobre objetivos militares de Valencia, Barcelona, Cartagena y otras localidades de interés estratégico. No obstante, la Aviación Legionaria o Aviación de las Baleares, actuó con independencia de las otras aviaciones, aunque el Comando de la Aviación nacionalista española trató de organizar una propia fuerza aérea en las Baleares. Las operaciones reales de la Aviación Legionaria, continuaron dependiendo del comando italiano, aunque, en teoría, los bombardeos en la península dependerían de la autorización previa del Comando del Área española. Sin embargo, en los bombardeos sobre Barcelona, un año más tarde, en marzo de 1938, fue el propio Mussolini el que dictó las órdenes directas de bombardear la ciudad. Por otro lado, las incursiones italianas fueron siempre permitidas y a veces directamente solicitadas por el Cuartel del General Franco, que el 29 de enero de 1937, expresó al teniente coronel Drago, Jefe del Estado Mayor de la Aviación Legionaria, su satisfacción personal por los «magníficos logros de la Aviación de las Baleares».(15)
LOS AGRESORES
Tras un informe realizado por el general Pinna, del 7 al 17 de abril de 1937, la Aviación Legionaria de las Islas Baleares estaba compuesta por seis bombarderos S.81 y seis cazas Fiat CR.32 en el aeropuerto de Son Sant Joan (Palma) y tres hidros de combate Macchi M.41 en la base de hidroaviones en Pollença, en el extremo oriental de la isla, donde habían cuatro CANT Z-501 con equipamiento mixto, italiano y español. De septiembre de 1936 a finales de verano de 1937, sólo dos S.81 y ocho CR.32 fueron añadidos a la original.(16) En agosto de 1937, la Aviación de las Baleares se transformó en la Aviación Legionaria de las Baleares. A finales de octubre de 1937, eran diez bombarderos S.81, suficientes para constituir una nueva 252ª Escuadrilla, formándose así el «XXV Grupo de Bombardeo Nocturno Murciélago de las Baleares», que actuó desde la base aérea de Son Sant Joan, mientras la 251ª de «Bombarderos Pesados Murciélagos de las Baleares«, lo hacía desde la base aérea de Sant Bonet y el 10º Grupo de Cazas «Baleares» (101ª y 102ª) Escuadrilla, operó desde la base aérea de Son Sant Joan. (17)
Palma de Mallorca, campo de Son Sant Joan, septiembre de 1936. Los primeros tres Fiat CR.32 italianos llegados a la isla (con la «M¨ mussoliniana en su dirección, en lugar de la cruz nacionalista.
Puerto de Palma de Mallorca, calando en el agua para una misión uno de los tres hidroaviones Macchi M.41, que junto a tres Fiat CR.32 y tres S.81, en septiembre de 1936, contribuyeron a la victoria de la Columna de Baleares.
EL ATAQUE
La Vanguardia de 17 de marzo de 1937, titulaba el hecho con la siguiente frase:
«Los piratas del aire, en un raid sobre Barcelona, causaron ayer nuevas víctimas inocentes de sus criminales instintos.»
S.81 «6» y «4» de la 251ª Escuadrilla de Bombarderos Pesados de las Baleares. La 251ª, constituida a finales de septiembre de 1936 con seis S.81, iniciaron de repente los ataques contra objetivos de la costa mediterránea republicana. Estas unidades de la 251ª Escuadrilla fueron los causantes del primer bombardeo sobre la ciudad de Barcelona.
La nota ofrecida por la Subsecretaría de Defensa, decía lo siguiente:
«A las seis cuarenta y cinco de la mañana volaron ayer sobre Barcelona dos aviones facciosos que la niebla ocultó, pues volaban a unos tres mil metros.
De una manera precipitada dejaron caer la carga de bombas que llevaban.
Advertida nuestra aviación, salieron los cazas en persecución de los facciosos que desaparecieron hacía el mar.
Cayeron diversas bombas en las barriadas de Pueblo Seco y la Barceloneta, causando, hasta la hora que redactamos esta nota, dos muertos y más de veinte heridos de diferentes pronósticos.»
Por otro lado, la Comisaría de Orden público, comunicaba lo siguiente:
«En la Comisaria general de Orden público se facilitó a los periodistas una nota, según la cual los tres trimotores fascistas de bombardeo aparecieron en el horizonte, por el lado del mar, y al estar sobre la ciudad, arrojaron su mortífera carga. Los tres aparatos volaban a unos tres mil metros de altura y se hacían casi invisibles a causa de la niebla. Al ser observada su presencia, funcionaron nuestras baterías antiaéreas y salieron en su persecución los cazas de la aviación leal, que consiguieron hacerlos huir por el mismo lugar del mar por donde habían aparecido.
El bombardeo, que no consiguió ningún objetivo militar, produjo sus efectos sobre el puerto y alrededores de Montjuic, en las barriadas populares y obreras de la Barceloneta y Pueblo Seco. Dos bombas a pesar de ser de gran tamaño, no consiguieron estallar y quedaron clavadas en el adoquinado; otras cayeron en el mar y en la playa, sin ocasionar víctimas. Una bomba cayó cerca de un barco de guerra francés.
Una bomba explosiva que cayó en el interior de la barriada de la Barceloneta, ocasionó la muerte instantánea de Francisco Serveto Quintilla, de 70 años de edad, tranviario, que pasaba casualmente por la calle. En Pueblo Seco la metralla fascista destruyó algunas viviendas, haciendo víctimas inocentes.
Hasta estos momentos, el número de víctimas se eleva a cinco muertos y varios heridos graves y leves. También ha resultado herida una niña, llamada María Alba Martí, refugiada de Málaga.
La explosión de las bombas destruyó un carro y mató a una caballería.
Desde los primeros momentos, los servicios sanitarios y las fuerzas de Orden público, han acudido a sus respectivos lugares a prestar los auxilios necesarios.
Las sirenas de alarma han funcionado para advertir a los ciudadanos la presencia de la aviación facciosa.»(18)
Si observamos la nota facilitada por la Subsecretaria de Defensa, veremos que el número de aviones que intervinieron en el ataque fueron dos. Sin embargo, la Comisaría de Orden público, asegura que fueron tres los aviones facciosos implicados en el ataque, la misma cantidad que indica el artículo de La Vanguardia. Por lo cual, es probable que pudiera haber sido un error de comunicación o de imprenta, o que fueran los dos aparatos que protagonizaron el ataque a Pueblo Seco, mientras el tercero no fue visto debido a la niebla, separándose del grupo en dirección a la Barceloneta. Veamos a continuación el gráfico del bombardeo, conseguido en Roma en el «Archivio-Ufficio Storico-Aeronautica Militare, Fondo O.M.S., donde se puede observar la situación aproximada de las bombas que explosionaron.
Sabemos por la información que ofrece el gráfico nº 2 del bombardeo y las noticias escritas por la prensa de la época, que el ataque fue sobre dos barriadas obreras. Así mismo, a continuación, ampliaremos por separado las zonas donde explosionaron las bombas con el fin de apreciar con una mayor objetividad los lugares afectados, y de esa forma, valorar y determinar cuál fue el objetivo secundario y primario.
Antes de proseguir debo decir que, el ataque secundario es aquel que se realiza para llamar la atención y desorientar a las defensas de la ciudad con el fin de realizar el ataque primario con un mermado control de reacción antiaérea sobre éste. Por el número de bombas que explotaron, la Barceloneta fue el cebo, o sea, el ataque secundario, siendo Pueblo Seco en este caso, el que recibió el ataque más intenso y severo por el número de bombas que explosionaron. Sin embargo, para determinar un ataque primario, hay que averiguar el objetivo o objetivos militares o industriales, desarrollando un estudio sobre la zona que envuelve el bombardeo, con el fin de encontrar una fuente fidedigna que argumente el motivo del ataque.
Como veremos a continuación en la fotografía adjunta, la primera bomba sobre la Barceloneta explotó en unos terrenos que poseía la Casa de la Caridad, también conocida como Salas de San Juan para Asilo de Párvulos, en la actualidad Escola Sant Joan Baptista ubicada en la calle Balboa. El Camino a la Plaza de Toros quedó expuesto a la onda expansiva, pero en una zona despoblada, de ahí que no hubiese desperfectos en los edificios más próximos, incluyendo claro está, la Casa de la Caridad.
La alarma comenzó a las 6,45 minutos de la mañana y finalizó a las siete y quince minutos. Los ataques se realizaron en un periodo de tiempo de 30 minutos, suficientes para descargar las bombas sobre dichas barriadas y salir huyendo a través del mar. El objetivo de esta primera bomba pudo ser en parte, debido a su proximidad, a las vías ferroviarias, aunque no fueron alcanzadas. No obstante, pudo ser ésta la bomba explosiva que acabo con la vida de Francisco Serveto Quintilla de 70 años de edad, tranviario, que paseaba casualmente por la calle, aunque la información que ofrece la Comisaría de Orden Público no ofrece una información concreta del lugar del siniestro. Por otro lado, a poca distancia se encontraba el Cuartel de San Fernando que albergaba al Regimiento de Infantería de Jaén núm.72, y a la izquierda de la plaza del Torín, la fábrica Catalana de Gas que en 1954 adquirió los terrenos donde en parte de ellos se construyó la plaza de toros, con el fin de que con las corridas se pudieran obtener beneficios para sostener a los asilados de la Casa de la Caridad de Barcelona.
El aparato, un bombardero pesado SM.81, siguió su trayectoria hacía el mar con el fin de escapar lo antes posible de las defensas republicanas, sin embargo, tuvo tiempo para descargar una nueva tanda de bombas. Una de ellas lo hizo en la playa aproximadamente enfrente del ángulo formado por las bocalles Atlantida, Pontevedra, Meer, Maestranza y Juicio. En el plano adjunto del Ayuntamiento de Barcelona.Instituto Municipal de Historia, Barcelona 1714/1940,10 Plànols Històrics. 9. Barcelona 1929, observamos las calles citadas marcadas en rojo, donde podemos apreciar algunos de los cambios de nombre de sus arterias principales, así como los lugares más emblemáticos del sector que a continuación mencionaré.
La explosión de la bomba no afectó a ningún edificio y a personas ya que cayó en la playa. No obstante, la explosión estuvo más cerca de la Escuela del Mar que de la Batería del Astillero.
La Batería del Astillero estaba clasificada como la número tres de la Comandancia Principal de Artillería de Costa del Sector de Barcelona, su Comisario Político durante la Guerra Civil, fue Jacinto Tosca Arguedas desde el 5 de enero de 1937, y estaba ubicada en una zona llamada «la Montanyeta«.
La Escuela del Mar fue inaugurada el 26 de enero de 1922. Se creo con el fin de enseñar a niños que, sin estar enfermos, tenían una salud delicada, por lo que se les aconsejaba una educación al aire libre para recibir los beneficios del mar. Aunque la bomba que cayó en la playa lo hizo a una cierta distancia, no provocó ningún incidente. No obstante, el 19 de enero de 1938, la aviación fascista, como ya era de costumbre, realizó un nuevo ataque sobre la Barceloneta, cayendo una bomba muy cerca de la Escuela, provocando con la deflagración un incendio que, al ser el edifico de madera, rápidamente se propago destruyéndolo completamente, siendo el centro trasladado temporalmente a La Rosaleda en Montjuïc, y de allí definitivamente a Guinardó.
A mediados de los años 40 empezaron a proliferar los chiringuitos y restaurantes en la playa de la Barceloneta. Las familias de pescadores ofrecieron cocina de pescador con pescado fresco recién llegado a la playa. No obstante, antes de la Guerra Civil, y con motivo del nacimiento de los clubes deportivos y los baños a partir de 1913, nacieron unos pequeños chiringuitos que regentaban los propios pescadores, que aprovechaban parte de las capturas para condimentarlas y comercializarlas especialmente los fines de semana, aunque durante los restantes días de la semana, ofrecían sus sabrosos platos a los ciudadanos de la zona y a los trabajadores de las industrias cercanas.
Estos primeros puestos de comida que idearon los pescadores, fueron convirtiéndose en chiringuitos mejor preparados debido al crecimiento de clientes, hasta tal punto que después de la Guerra Civil se fueron modernizando e incluso algunos de ellos se convirtieron en pequeños restaurantes de construcción de obra sólida, donde los barceloneses y turistas que visitaban la zona se deleitaban con los sabrosos platos marineros, entre los más conocidos se encontraban: «Can Costa«, «Can Pinxo«, «El Salmonete«, «Hawai«, «El Merendero de la Mari«, «Las dos Hermanas«, «Mar y Playa» y el «Restaurante Cataluña».
En definitiva, los pescadores supieron vender el producto que el mar les ofrecía, hasta tal punto que los chiringuitos se hicieron populares, dando a la barriada de la Barceloneta un prestigio y fama internacional, que nunca llegaron a pensar cuando por primera vez pusieron en marcha una idea pionera para ganarse la vida.
La zona de la playa donde explotó la bomba, era utilizada por los pescadores para faenar con las redes que utilizaban para las capturas del pescado. Por lo cual, aunque no sucedió ninguna desgracia, si estuvieron expuestos a un peligro inminente.
En la actualidad, y a consecuencia de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, la ciudad sufrió una transformación evidente que favoreció muy notablemente a los medios de comunicación con la construcción de las dos rondas que envuelven la ciudad. Además, los barrios que por uno u otro motivo quedaban dentro de las zonas olímpicas y turísticas, fueron acondicionados como es el caso de la Barceloneta y sus playas. Los chiringuitos y restaurantes de la zona de la costa, aquellos que tanta popularidad habían dado a la Barceloneta, fueron derribados y en su lugar se construyó el fabuloso paseo marítimo que hace las delicias de los ciudadanos que visitan sus playas.
La Estrella Herida o los «Cubos torcidos» como también es conocida, es un homenaje según dicen,a la Barceloneta, a los chiringuitos desaparecidos y a los habitáculos construidos en los años 20 y 30 que con forma de cubo de aproximadamente 30 metros cuadrados, albergaban en sus interiores a los precarios ciudadanos que allí residen. El monumento fue instalado en la playa de Sant Miquel con motivo de los Juegos Olímpicos, en la misma zona donde cayó la bomba, por lo qué, todo aquel que visite la escultura, o se acerque al restaurante «Cal Pinxo» podrá reconocer el lugar perfectamente, y con un poco de imaginación, podrá envolverse en el pasado y pensar lo que pudo haber sucedido si hubiera explotado unos cuantos metros antes de la playa.
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