No habían transcurrido ni siquiera dos años, cuando el río LLobregat volvió a desbordarse, anegando de nuevo las barriadas de Casas Baratas y Casa Antúnez. Dos barriadas muy próximas la una de la otra, pero distintas geográficamente e históricamente en todos los aspectos. Aunque desde la inauguración en 1929 del Grupo de Casas Eduardo Aunós, la prensa y las autoridades como veremos a continuación, la vinculaban todavía en los años 40 con la populosa barriada de Casa Antúnez, creando a veces una sensación de confusión al no poder definir con claridad a cuál de las dos hacían referencia. Sin embargo, no existía relación alguna excepto que ambas estaban ubicadas en las tierras de La Marina de Sants. No obstante, Casa Antúnez, desde mediados del siglo XVIII había empezado a florecer, existiendo argumentos para considerar que aquellas tierras arenosas e improductivas empezaron a ser trabajadas a consecuencia de «una inundación del Llobregat causada por fuertes lluvias en el año de 1617 – el documento se refiere como el diluvio – hizo que diferentes particulares comenzaran a trabajar las tierras en aquel espacio reservado, aprovechando probablemente el fango que la crecida del río había dejado» 1 , logrando con su lenta pero progresiva evolución y con la implicación de familias adineradas, entre ellas la del notario de Barcelona Lluís Xammar que fue el primero en comprar diez mojadas de aquellas tierras a las monjas del Monasterio de Valldoncella, y a la muerte de éste, la viuda y sus hijos vendieron aquella propiedad al maestro de ribera Manuel Antunes y su hijo Joan Antunes y Lletjós, rico comerciante matriculado en la Llotja de Barcelona, creadores de la heredad llamada Can Tunis» 2 , que se convertiría en un futuro no muy lejano, en la seña de identidad de toda la zona del litoral del Delta Oriental, desde Montjuïc hasta el faro, conocido como «Farola» de la desembocadura del río Llobregat.