Habían transcurrido 27 años desde la última inundación en las Casas Baratas, y ya dábamos por olvidadas las atrocidades que el río Llobregat causaba cuando éste se desbordaba. Mientras tanto, se empezó a forjar un proyecto industrial que crecía a gran ritmo y que cambiaría la hegemonía agrícola por una Marina industrial y urbana.